Restaurante La Cupula De Los Peñotes

Mucho cuidado en los datos y un trato de diez. Restaurante muy agradable y bonito. La comida buenísima y el servicio súper amable. No volveremos a procurarlo ni a recomendarlo , gracias . Rara vez escribo una reseña negativa pero la camarera que estaba ayer en turno de desayuno en la barra es la persona más desapacible con la que he ido a parar. Todos pensamos en irnos al instante, no lo hicimos, lo que está claro es que no volveremos.

Terminantemente es un lugar donde desconectar y dejarse llevar. Precioso es poco, la comida espectacular y el plantel súper amable. De mis sitios top para desayunar o brunch. En los continuos viajes comerciales que hace la dirección del centro de jardinería, van concibiendo la iniciativa de crear un espacio que potenciara el cambio que va ensayando el propio centro. Rodeado de Naturaleza; en su zona de exterior encontrarás árboles, arbustos y flores en sus rincones siendo cada mesa un lugar íntimo y único…siempre y en todo momento flores y velas en las mesas.

La Cúpula De Los Peñotes En Alcobendas

Estaba literalmente rozando la parte trasera de nuestra silla, con la mesa de justo detrás. No es que no había medio metro, es que no había entre nuestras espaldas ni 15 content management system. Además de esto a nivel de espacio, se pasan… Te compensa proceder a comer tres personas .

Han retrasado bastante en atendernos, baños sin adecentar, etcétera. Una pena con un lugar tan bonito y buen personal. Y aguardamos que vuelvas de nuevo a probar nuestra cocina 🤗. Tras el servicio de comidas quizás coincidió ese momento de descoordinado, tomamos nota. Un lugar hermoso para estar con buena compañía.

Comida

Pero cuando llegó la cuenta hemos visto que nos habían invitado a 3 de los 6 postres. Mal, o lo decís y lo hacéis, o bien os calláis. Sensación de habernos engañado totalmente. Otra de las malas vivencias fue por la calidad de la comida.

El invernadero de los Peñotes abre un espacio gastronómico muy singular en el interior de una gigante cúpula de metal y vidrio. Naturaleza, producto de temporada y respeto por el medioambiente en una experiencia prácticamente caleidoscópica. Decía el poeta brasileño Mario Quintana que el secreto no es correr detrás de las mariposas, sino cuidar el jardín para que ellas vengan a ti. Mismo lugar de comidas, dos camareros, como la noche y el dia. Espero que la gerencia tome nota, hay muchas personas profesional con ganas de hacerlo bien. Ambiente interesante para desayunar o merendar algo.

Las cantidades son irrisorias pero si la comida fuera buena pues bien, pero es que ni lo uno ni lo otro. Restaurante perfecto en un entorno ideal dentro de los peñotes. Carta no muy larga pero lo que probamos exquisitos y con calidad. Buena relación calidad/precio Completamente recomendable. Deberían de contratar a mucho más personas.

A cargo de la cocina está el chef Gonzalo del Hoyo y la zona la dirige Ángela Loring, quien define la filosofía de la misma, intentando encontrar que todo sea lo mucho más natural viable. Si nos apetece ir a la primera hora o a media tarde, tenemos la posibilidad de disfrutar de un café orgánico, unas tortitas hogareñas o unas tostadas con pan artesano. El lugar es increíble, sentarse cerca de la pequeña fuente cercada de vegetación es muy divertido. Los desayunos están buenísimos, los ingredientes se aprecia que son todos de primera calidad. Tuve la posibilidad de probar los huevos benedictinos y las tostas con pan multi cereal. Quedé con ganas de evaluar la carta primordial y comer debajo de esa cúpula tan hermosa.

Para pedir la cuenta tres cuartas de lo mismo. Luego la tostada de tomate que se solicitó le pusieron tan poco aceite que da la sensación que lo contaron con cuentagotas. Quizás volveré a la hora de la comida que es en el momento en que la multitud parece que está mucho más contenta pero no volveré a repetir la experiencia para el desayuno.

Que la única atención que hemos recibido a sido de la joven de recepción muy maja que hasta nos dio una mesa más fresquita Pero no vuelvo más, entrar para irte sin comer. La cúpula de los peñones es uno de esos rincones que todos deberían entender. El ambiente único que integra la gran cúpula de cristal con el exquisito jardín, lleno de naturaleza viva; plantas y peces, hace de este un lugar único. Al ingresar me recibió el director David con mucha amabilidad y distinción, y no falló al sugerirme el gravlax de salmón curado que era una pasada. Acompañado de quinoa con tierra de aceitunas negras, queso blando y crema de aguacate, hacen de este un plato verdaderamente complejo y de alta cocina.

Horario De Apertura :

2 horas 15 minutos desde el momento en que nos hemos sentado y eso que no hemos tomado ni postre ni café. Y eso que es jueves, en fin de semana no deseo imaginármelo. El “directivo/solicitado” un inepto. La única persona que se ha disculpado y que con experiencia ha tratado de reparar lo irrealizable ha sido un camarero llamado Cristian, que en varios instantes de la comida ha estado atento y ha sido muy amable.

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