Tiene su origen en 2 obreros catalanes Ventura Sit y Carlos Sac, maestros vidrieros de la fábrica de Goyeneche, en Nuevo Baztan, al cerrarse esta, ambos eligieron disponer unos hornos en la Granja de San Ildefonso. En 1780 se instala la Fábrica de Cuadros, el nombre de entre las máquinas, la Calandria originó la denominación del edificio, de la plaza y calle adyacente. A mediados del siglo XIX, se cedió a las Religiosas Franciscanas para entablar un convento del que se mantiene la iglesia. Y con espacio para albergar tanto a los talleres implicados en los diferentes procesos como a los trabajadores del complejo y a sus familias.
Pero la visita va mucho allí de una ojeada al aparataje tecnológico para recalar después en la privacidad de una sala en penumbra donde lucen con colores de fantasía las espléndidas vidrieras que salieron de los talleres de Maumejean, entre los más importantes a finales del siglo XIX y principios del XX en el Sur de Francia y España. Mucho más adelante aguarda la gran Sala de Raspamento destinada a acoger la maquinaria hidráulica que, con el agua de los arroyos de la sierra, daba movimiento a un elevado número de bancos de raspamento, varios molinos y ciertos tornos de tallar cristal que se situaban en el piso superior. De limpia y sobria arquitectura, este majestuoso edificio logró a finales del siglo XVIII, ofrecer respuesta a las pretensiones del trabajo y de la producción del vidrio. Una rigurosa organización del espacio dio la máxima efectividad y racionalidad a los procesos productivos. Mediados del siglo XVIIIReal Factoría de Cristales de la Granja de San Ildefonso Frascos de vidrioVidrio.
Francisco Pradilla (1848- , Esplendor Y Ocaso De La Pintura De Historia En España
Y en eso, en el transcurso de un tiempo, España fue la campeona de Europa. La Real Fábrica de Cristales de la Granja contó en su instante, allí por el siglo XVIII, con los medios tecnológicos más avanzados de Europa. A su lado, espera un espacio abovedado que funcionaba como almacén y que hará las veces de disco. Para quienes deseen disfrutar de un rato de tranquilidad o de descanso de los pies, se ha habilitado un invernadero con suelo en formato mosaico en blanco y negro y cómodos butacones.
Aunque llama poderosamente la atención que la mayor parte son mujeres. Siglo XIXReal Factoría de Cristales de la Granja de San Ildefonso VasoVidrio. Siglo XIXReal Fábrica de Cristales de la Granja de San Ildefonso Vaso de cristal transparente efectuado en La Granja a lo largo del siglo XIX a través de la técnica del molde. Tiene forma cilíndrica, de la misma su base, si bien esta es algo mucho más gruesa. La decoración va dorada y grabada al fuego formando guirnaldas de tipo neoclásico.
Real Factoría De Cristales De La Granja
Más de 700 piezas componen la exhibe de la producción de la Real Fábrica de Cristales de La Granja entre los siglos XVIII al XIX; mucho más de 400 estatuas y vidrieras conforman la colección de vidrio contemporáneo y otras 400 la exposición temporal de vidrio finlandés. Pero, sin duda, la imagen mucho más sorprendente para quien efectúa la visita por vez primera es la de los profesores artesanos que sostienen viva, junto a dos hornos funcionando a más de 1.500 grados, la tradición del soplado con caña. Una técnica artesanal que se contempla directamente mientras que realizan la reproducción de piezas que salieron de la Real Fábrica en otro tiempo, con el único propósito de que el comprender juntado durante tantas generaciones no concluya, algún día lejano, en el bulevar de los cristales rotos. La magnificencia de los jardines y del Palacio Real de la ciudad solamente precisa presentación; pero la visita a esta factoría construida entre 1770 y 1784 a las afueras del Real Ubicación no es menos interesante. Este espacio nacido para abastecer de objetos suntuarios a la Corte prosigue el día de hoy siendo un referente en el soplado de vidrio con caña.
Siglo XVIIIReal Factoría de Cristales de la Granja de San Ildefonso FruteroVidrio. Siglo XVIIIReal Fábrica de Cristales de la Granja de San Ildefonso Frutero de cristal transparente de manera circular y borde reforzado. El balaustre es hueco y su unión al plato se efectúa mediante estrangulamiento. Este es el espacio dedicado asimismo a enseñar lacolección de botellas y envases de los siglos XVI al XIX. Cerca de 350 piezas utilizadas para los usos más diversos -farmacéutico, transporte, tabaco, vino, perfumería…-. Ciertas botellas lucen en sus golletes el sello impreso con las iniciales de su propietario, la fecha de fabricación o el lugar de procedencia.
Además, sobre las mesas se han colgado unas impresionantes lámparas creadas, cómo no, en la misma Real Factoría de Cristales. Se pasa entonces al sitio designado al coctel, una región al aire libre situada tras el pabellón del horno de la fundición del vidrio –hoy todavía en funcionamiento–. Entre un conjunto de naves donde el ladrillo domina, especialmente el de la gran chimenea. “Se han retirado y añadido pequeños datos como máquinas originales, pues lo fundamental eran los espacios. Lo esencial fue salvarlos”.
Real Fábrica De Cristales De La Granja
Es pequeño y de forma circular con el borde superior más ancho que el resto de la obra. Tiene una decoración tallada a modo de estrías en la parte de abajo y doradas y grabadas al fuego aparecen distintos motivos decorativos florales en la parte superior. Finales del siglo XVIII – Principio del siglo XIXReal Factoría de Cristales de la Granja de San Ildefonso Vaso de cristalVidrio.
Una enorme chimenea industrial y paredes de ladrillo dan la bienvenida a la Real Fábrica de Cristales de La Granja, un espacio abierto al público a cuyo museo en este momento se ha sumado la oportunidad de festejar tu boda. La planta era cuadrado, con la fachada primordial orientada al sur, donde estaban ubicados los hornos y templadores. Las cubiertas de los hornos eran de madera, muy atacables al fuego, por esta causa, la factoría padeció dos incendios, uno en 1753 y el otro en 1770. Debemos tomar en consideración que en entre las calles a la izquierda de la entrada del palacio hay una taberna que pone unos judiones de la Granja con oreja de cerdo de impresion. La observacion del arte y la democracia empiezan con tener el estomago lleno. Los estilos artísticos de la producción van variando según las tendencias y también influencias de cada época; el primero fue veneciano, entonces el francés, el alemán y al final la lengua inglesa, hacia el último cuarto del siglo XVIII.
Otras, la pátina irisada que regala el océano a quien ha permanecido en su lecho varios siglos. Los gigantes bosques administrados por la Corona servían para alimentar sin miramientos los voraces hornos que requería el proceso; los riachuelos, como fuerza para desplazar los ingenios y las arenas silíceas del Eresma eran de una calidad excelente. Casi al tiempo, con un ojo puesto en tanto como había que personalizar y el otro en abaratar costos, salió impulsando en el país la creación de una serie de industrias manufactureras protegidas por la Corona con el objetivo primordial de reducir el gasto inmenso que suponía tener que importar tanto cachivache lujoso de la ilustrada Europa.
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La decoración está dorada al fuego y radica en unas líneas que forman un rectángulo, dejando en el centro de los lados mayores una flor grabada. En la parte de arriba del tapón, también hay un motivo ornamental consistente en una flor grabada y dorada al fuego. Arrancar la Real Factoría de La Granja supuso una operación de Estado donde, al final, lograron traerse casi a hurtadillas, con sus secretos a cuestas, profesores artesanos procedentes de Francia, Alemania o Noruega, entre otros muchos lugares.