Mas Bonito Que Un San Luis

En los últimos tiempos, tras la muerte de Rocío Dúrcal y en la mitad del desastroso enfrentamiento con sus hijos, dio la impresión de estar peleando sin bastante tino contra el desvarío, el abandono y la tristeza. Como muchos hombres que fueron muy lindos en su juventud, terminó víctima, por dentro y por fuera, del maldito don de la hermosura. Y la explicación sobre el origen de la expresión no tenemos que buscarla en la figura de un beato guapo sino más bien en la España de 1815, cuando el coronel Riego instauró en el país el régimen liberal, suponiendo una provocación a las monarquías absolutas de la época . Otro de la nómina de los San Luis, es el de Tolosa, obispo de Toulouse del siglo XIII, coetáneo de San Luis IX, rey de Francia, hijo de Blanca de Castilla, canonizado por Bonifacio VIII en 1297. Al primero de estos 2, los artistas muchas veces nos lo han presentado como un guapo jóven. No obstante, en el trasfondo la belleza atribuida en el dicho tenga mucho más bien un concepto de tipo espiritual.

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Fue una presencia amable y tentadora, una rareza leve y deseada, un fenómeno con escasa substancia pero luz suficiente a fin de que nos sintiéramos, en esos años, jóvenes enserio. Fueron apareciendo entonces entre nosotros artistas, cantantes, rockeros mucho más poderosos y recordables, hombres y mujeres que nos arrastraron enserio a una vida vibrante y desobediente. Pero en este momento no es justo olvidar a quienes, como Junior, consiguieron que, en algún momento, asimismo nosotros nos sintiéramos más lindos que el más bonito de cualquier santoral. Sea como fuere, al final todo se disminuye, al margen de la nómina de santos y de los soldados franceses, al acicalamiento para ir «mucho más bonito que un San Luis», aunque sea vistiendo de luto riguroso a esos mamíferos del orden de los perisodáctilos, solípedos, que eran cabalgados por los dependientes municipales. La Agrupación de Fallas Seu-Xerea-Mercat ha concedido a Consuelo Llobell el “Premio Seu” en su primera edición por su compromiso tanto con la celebración como con la Sanidad. Es un galardón que tiene un valor especial porque no se concede de trabajo y lo mucho más habitual es que, en un año sin inconvenientes, su sucesora en el cargo no lo reciba.

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Consuelo, con quien le divide una generación, ha compartido con Covadonga la épica de los reveses que han acabado por engrandecer su figura. Y, a su vez, asimismo se ha hecho acreedora de un galardón más allá de la púrpura del cargo. En mi Cuba querida su musica fue, en un programa radial llamado nocturno,lo único que nos daba alegria y nos hacia olvidar la represion, el apetito, la pobreza. Por tanto me quedo con sus luces y no me interesan sus sombras. 1.Eduardo, estoy seguramente a usted no se le escapa que la hermosura de Junior puede compararse a la de un beato (San Luís) sólo si somos beligerantes respecto al ideal de santidad, cosa que me parece muy conveniente. Una parte del pueblo – yo “pispo”, y usted si se apunta – suele ser beligerante respecto al ideal, aun respecto al de santidad (beligerantes no dejándonos mortificar inapropiadamente por él).

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@PatriciaR Ya que muchas gracias por comunicar lo que cuentas, porque es muy bonito, y como yo asimismo soy de la época, en buena medida me siento afectado por su desaparición, ya que ciertas canciones suyas, como “Nos falta fe” o “Nada”, me hacen recordar esos tiempos maravillosos en los que uno comienza a despertar a la vida sentimental. Los absolutistas, observando peligrar su hegemonía, se juntaron en Verona y decidieron prestar asiste para Fernando VII en su lucha contra los liberales. Para esto, reunieron un ejército formado por franceses y conocidos como los “Cien mil hijos de San Luis”. La premisa de este ejército era procurar causar el menor impacto posible sobre la población civil, de forma que el soldado francés era “muy elegante” y un “caballero”, y de ahí, el origen de la expresión que hemos explicado hoy. Otros atribuyen el origen de la expresión al ejército francés apodado “Los Cien Mil Hijos de San Luis” que lucían unos hermosos y elegantes uniformes, que, indudablemente, llamaron poderosamente la atención de los españoles.

Más Bonito Que Un San Luis

Un poco más adelante, ahora en 1823, se da origen a la expresión «ir más bonito que un San Luis». Los reputados 100 mil hijos de San Luis eran unos soldados franceses que asistieron al monarca Fernando VII a restaurar el Viejo Régimen en España. Una de las secciones mucho más aguardadas era la concesión semanal de un premio. Pero merece la pena recordar un galardón recibido por una fallera mayor. Y además, si bien el título del mismo lo fuera en clave de humor, era realmente cotizado en la España de aquel tiempo por sus personajes más importantes.

Concretamente, el 12 de febrero de 1746, Andrés Ximénez de Mazón, mayordomo interino de los Propios, Rentas y efectos, pagaba a Francisco Mesples la proporción de 184 libras 11 sueldos 3 dineros por el importe de las ropas de los citados servidores municipales, según orden de la Ciudad del mes de diciembre del año anterior. Lo abonado a Mesples correspondía por el paño, hechuras y «aforros», así como por las medias, sombreros y «demás aderentes». A la visión de la memoria presentada a fin de que se hiciera efectivo el pago se puede ver que no se escatimó en calidades, al usarse entre otros muchos tejidos; paño, felpa y «sarra» negra, «olandilla», tafetán simple, seda teñida y colonia, todo ello para las ropas de los cinco maceros, por cuya confección se abonó a Gregorio Juan 75 reales. Sobre esta otra expresión, existe alguna duda acerca del verdadero origen aunque se asegura que almacena relación con San Bartolomé, cuya festividad el 24 de agosto exhibe el desenlace de la cosecha y el inicio del reposo para ellos.

Él, Antonio Morales , era, en aquella España superficialmente pizpireta de finales de los 60 hasta finales de los 70 del siglo pasado, mucho más bonito que un san Luis, según el retrechero dicho popular; un san Luis hispanofilipino, eso sí. Hicieron una pareja guapísima en tonos acaramelados y tintineantes que el tiempo se encargó después de enronquecer y sombrear, pero eso, poco mucho más o poco menos, nos ha pasado a todos. En este momento, él, viudo penosamente desbaratado de ella ya hace casi ocho años, ha muerto. Todos pasmados, pero cumplidores del pacto cuando intervenía Tip. Luis Del Olmo, mucho más colorado que una manzana del Bierzo. Mingote, a un paso de esconderse bajo una mesa que hacía de chaflán.

Babia es una comarca leonesa que acostumbraban a frecuentar algunos reyes de la Edad Media en pos de tranquilidad y sosiego, vamos… 😉 Otra de las mucho más populares es “a buenas horas, mangas verdes”, que podría provenir de la Santa Hermandad, una especie de policía que existía en la Castilla del siglo XIII, cuya indumentaria consistía en un chaleco de piel y una camisa verde. Semeja que los modelos no eran muy puntuales y siempre y en todo momento llegaban al lugar de los hechos en el momento en que ya se habían cometido todos los delitos… Por eso la gente, al verlos llegar, exclamara la expresión. Otro ejemplo es el de los antiguos marineros que no sabían nadar y se dejaban largas melenas por si acaso caían al agua..

Esta digresión puede ser aplicable a algunos gobernantes de determinadas instituciones, demostrando éstas con ello, que dichos individuos al ser considerados como imagen de exactamente las mismas, son un caso de muestra de su estatus, y en ocasiones del nivel de poder. Un caso de muestra de lo que mencionamos podría ser la indumentaria llamada de gala, con la que se hace un trueque del traje de diario al de solemnidades, que viene a ser lo mismo que sucede en el momento en que se cambia el mono de faena por el traje de los domingos. Más allá de todo ello las instituciones valoraban la indumentaria de sus dependientes o subordinados, y en siglos pasados se acometía a la reposición del vestuario periódicamente, o bien con ocasión de alguna celebración extraordinaria, como podían ser las proclamaciones o las honras fúnebres reales.

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No sé a qué San Luis del santoral pudiera realizar referencia este dicho popular, pues en la nómina de hombres que se distinguieron por sus virtudes alcanzando el nivel de santidad son del orden de seis los que a su nombre les precede el título de San. El último que fue subido a los altares es el salesiano Luis Versiglia, torturado en China en 1930 y canonizado en el año 2000. Con anterioridad, santificado en 1947, San Luis de Monfort, principal creador de la Hijas de la Sabiduría, y previamente el dominico valenciano, predicador y misionero San Luis Beltrán, del que en la iglesia de Santiago de nuestra localidad existe entronizada una imagen tallada por Francisco Salzillo Alcaráz en 1775. No era cualquier cosa, puesto que el galardón lo recibieron y además en persona, entre otros, a lo largo de aquellos años, la reina Sofía, el rey Juan Carlos, don Juan de Borbón, Felipe González, Alfredo Kraus, Plácido Domingo, Baltasar Garzón, Josep Tarradellas y un largo etcétera de la primera línea política, popular y cultural del país. Contribuyó, en un tiempo en el que este país puso mucho empeño en zafarse de su vieja condición arisca y reprimida, a que el duro paisaje español fuera mucho más osado y divertido.