Se levantó al lado del río Tiétar, a unos diez km de Jaraíz de la Vera, y hasta el siglo XVI, fue muy visitada por peregrinos que acudían a rendir culto a su imagen, una talla de la Virgen María que sostiene al Niño contra su pecho con las dos manos. No obstante, el furor a la Virgen del Salobrar degeneró hasta que hace pocos años se decidió volver a poner la ermita y recuperar la devoción. La construcción tiene una nave con ábside poligonal y tiene 2 capillas, si bien la protagonista absoluta de la ermita es la Virgen del Salobrar, que celebra su gran fiesta el domingo de Pascua de Resurrección. En lo que se refiere al hosting, todos los pueblos tienen una gran profusión de viviendas rurales, por lo que las opciones de pernocta son elevadas, ya sea si poseemos La Vera como primer prominente cacereño o si queremos alargar la estancia.
Chuletillas de cabrito y cordero, zorongollo extremeño , cortes de ibérico a la plancha y su tradicional palomita (ensaladilla rusa sobre corteza de trigo, asimismo muy habitual en Salamanca) no tienen que faltar en la comanda. Consta de dos partes, el convento, restaurado en el siglo XX, y la vivienda del emperador, que mandó crear en 1554 para su retiro en compañía de su numeroso séquito. La vivienda mantiene numerosas salas, entre ellas la antecámara y la alcoba de Carlos V, con su cama y otros objetos y obras de arte. Agradables callejuelas salpicadas de arquitectura tradicional que, por fortuna, se está comenzando a descubrir de nuevo. Jaraíz de la Vera está a unos cien kilómetros al noreste de la ciudad más importante provincial, Cáceres, con lo que es una increíble excursión a realizar para cualquier visitante de la región cacereña.
Parece ser, asimismo hubo una muralla con torres vigía y defensivas, aunque el día de hoy sólo quedan las ruinas de un castillo en una zona denominada Armería al sur de la población, otro arruinado mucho más cerca y restos de fortalezas en el pueblo y en sus inmediaciones. De hecho, la iglesia de San Miguel podría estar ocupando el espacio de una vieja fortaleza, cuya torre servía de supervisión, y el presente Municipio descansa sobre otra edificación del siglo XVI que, por su parte, parece que fue construida sobre un viejo castillo o fortaleza. Otro de los primordiales atractivos de Jaraíz de la Vera es El Lago, una preciosa piscina natural que se forma en el cauce de la garganta de Pedro Chate.
Localidades
Si no estamos por la labor de salirnos de la comarca, el lugar de comidas La Tenería, en el pueblo de Jerte, es una alternativa perfecta para probar la gastronomía local, especialmente sus asados . El museo es un paseo durante la historia y el desarrollo de elaboración del llamado ojo colorado, una actividad fundamental en la economía de La Vera y de Extremadura. Vale la pena saber un tanto más sobre un producto fundamental en la cocina española.
Como curiosidad, si bien quizá algo siniestra para muchos, también está en el los alrededores del monasterio un cementerio de soldados alemanes, fallecidos durante la I y la II Guerra Mundial, que no deja de ser atrayente conocer. El grupo monumental de la ciudad bien merece una visita, incluyendo palacios, iglesias, las citadas dos catedrales, un trozo de muralla románica y un acueducto. Pero si hay algo indispensable en el ambiente de Jaraíz de la Vera es el monasterio de San Jerónimo de Yuste, situado en el vecino ayuntamiento de Cuacos de Yuste, la ciudad más importante de la comarca. En el monasterio de Yuste vivió sus dos últimos años de vida el hombre que dominó el planeta a lo largo del siglo XVI, el emperador Carlos V, que fallecería en el cenobio en 1558.
Restaurante San Marcos
La cocina alterna frituras con platos tradicionales, generalmente cochinillo y cabrito a la plancha. Sin adversidades y pocas pretensiones, Cardenillo es un acierto seguro en la mayoría de las ocasiones. Como la visita puede ser más o menos corto, también se podría realizar por la tarde sin ningún inconveniente y de esta forma condensar la mañana al chapoteo. Toda La Vera está surcada de piscinas naturales como la Chorrera del Diablo , la garganta de Cuartos , la de Alardos o la impresionante Garganta de Minchones, entre Madrigal y Villanueva, donde resulta conveniente acercarse a conocer el Chorro de La Ventera.
Además, el valle del Jerteestá muy cerca, un complemento perfecto para disfrutar del fantástico paisaje de los cerezos en flor. Recorrer La Vera es un increíble plan que se puede hacer en cualquier momento del año. La ciudad puede servir de eje para examinar la región, al ser la población que mucho más elementos proporciona al visitante. Jaraíz de la Vera es la localidad más esencial de la comarca de la Vera, ubicada en el noreste de la provincia de Cáceres, en Extremadura. Esta histórica población es el centro de uno de los más importantes atractivos turísticos de la región, una simbólica región con un rico patrimonio natural y cultural que te sorprenderá.
Su situación, entre el Parque Nacional de Monfragüe, la Reserva Natural de la Garganta de los Avernos y el Parque Regional de Gredos , dan al rincón una fisionomía muy especial y de un valor incalculable. En la situacion de hacer noche en el Valle del Jerte, la mejor opción es alojarse en Valdastillas en el Hotel Balneario Valle del Jerte, un muy, muy completo hotel muy cerquita de Plasencia y cuyas instalaciones merece explotar algo más de un par de días. Si hemos apostado por la pernocta en Plasencia, quizá la opción más recurrente y también historicista sea alojarse en el Parador, situado en un antiguo convento renacentista, y que aparte de sus amplias habitaciones también incluye un restaurante bastante atrayente.
Si se visita en primavera y verano, La Vera está infestada de piscinas naturales, gargantas y chorreras donde darse un baño y llevar a cabo excursiones. Además de Jaraíz de la Vera, hay otras muchas localidades de interés, como Jarandilla de la Vera, Cuacos de Yuste o Garganta la Cazuela. Por aquí también pasa la llamada Ruta de Carlos V , un itinerario de senderismo de 25 km que une Tornavacas y Jarandilla de la Vera para evocar el paso del emperador en su viaje hacia el monasterio de Yuste, donde murió.
Es el caso de 2 emblemas de la región como son el Bar Español, con mucho más de 100 años de historia, y La Pitarra del Gordo. Aunque fuera del Valle del Jerte, logramos hallar una experiencia con estrella Michelin en el restaurante Versátil . Con un perfil accesible, el chef Álex Hernández (alumno de Martín Berasategui) propone una cocina próxima, llena de guiños a la gastronomía extremeña en lo que se refiere al producto y que bien merece la visita.
Además del monasterio, Cuacos de Yuste tiene un cementerio alemán, donde yacen 180 soldados germanos que perdieron la vida durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial en territorio español. Fue en los años 80 cuando el gobierno alemán decidió reunir en un único lugar los cuerpos de los caídos que estaban repartidos por el territorio español. Además de esto, para les fanáticos de la fruta, La Vera es además de esto conocida por la calidad de sus higos, tanto en fresco como desecados, por lo que la temporada de higos en septiembre es una opción perfecta para llevarse un par de cajas a casa.
El apellido \’de La Vera\’ persigue al pimentón desde tiempos inmemoriales, de afadísima calidad y reputación, tanto en dulce, picante o agridulce. Como resulta lógico, cuenta con un museo propio en la comarca, en concreto en Jaraíz de La Vera. Mucho más \’formal\’, si buscamos mesa y mantel, 2 opciones se deben tener en cuenta (a pesar de que Plasencia cuenta con muchísimos sitios de comidas alcanzables y de calidad). Casa Tomás para los que busquen clasicismo y platos típicos y El Succo para los que deseen algo mucho más de innovación. En los dos casos, el ticket medio no acostumbra sobrepasar los 35 euros, así que nuestra parada en boxes placentina es poco onerosa.
Como los diferentes pueblos de La Vera están separados por muy pocos kilómetros, es conveniente que hayamos ido realizando distintos altos en ellos, de manera especial en el citado Jaraíz, aparte de en Aldeanueva, quizá la que mucho más arquitectura tradicional e histórica presente. En primavera y verano, a la brisa que atraviesa por Madrigal, Cardenillo es una opción perfecto para comer al lado de la Garganta de Alardos. Además de esto, incluye un pequeño hostal, por lo que como opción de hospedaje está muy sugerida.
Además, es frecuente que haya algunas de importante tamaño, con lo que son idóneas para grupos de amigos o familias. Cuacos de Yuste, tanto por su casco histórico y su plaza mayor, como por el monasterio donde se alojó Carlos I de España para finiquitar sus días, bien merece una visita. Sus claustros y jardines meritan en especial una visita vernal y veraniega, buen instante para arrimarse a La Vera.