Finalmente, otro elemento a resaltar sería el Claustro de los legos, desarrollado en 1620 por Juan Martínez Montañés y ejecutado por el maestro Mateo Rodríguez. Un espacio de medianas proporciones y compuesto por arcos de medio punto sobre columnas y bóvedas de arista. Al paso que el Claustro grande, lógicamente de mayores dimensiones, es el espacio donde se llevaba a cabo parte de la vida monacal y se efectuaban los enterramientos de los monjes. Su construcción empezó a inicios del siglo XVI y se mantuvo hasta los primeros años del siglo siguiente, y a su alrededor se dividen las celdas de los frailes, veintinueve en total, donde los hermanos pasaban la mayoría del día. Seguidamente, una reja dorada de barrotes torneados, efectuada en 1673 por los hispalenses Marcos de la Cruz y Francisco de la Chavala, divide el espacio destinado al coro de los legos. Un recinto en el que resalta la sillería del siglo XVII adosada a los muros y la existencia de dos retablos gemelos, uno con un cuadro atribuido a Lucas Valdés.
Su estilo arquitectónico inicial se corresponde con el gótico (estilo artístico siglos XII-XV) tardío y data del S. La Cartuja de Santa María de la Defensión de Jerez de la Frontera pertence a los mas destacados y bellos monasterios de la Orden Cartujana de España por su calidad artística. Se inició su construcción en el año 1478 aunque la mayor parte de sus dependencias fueron efectuadas durante el siglo XVI.
El primer elemento que llama la atención al acceder a la Cartuja es la monumental portada exenta, datada en 1571 y efectuada por el arquitecto jerezano Andrés de Ribera. De gigantes proporciones y estilo renacentista, está concebida en forma de arco de triunfo con dos columnas dóricas a cada lado y un entablamento compuesto por triglifos y metopas, sobre el que se alza la imagen de Dios Padre, a quien acompañan la Virgen, San Bruno y San Juan Bautista, estos últimos en hornacinas bajo el arco. También, asimismo de forma exenta y cerca de la portada se encuentra la Cruz de los Paseantes, un crucero del siglo XVI que contiene sobre su capitel una representación del Crucificado y la Virgen con el Niño.
Cartuja De La Defensión, Jerez De La Frontera, Cádiz
A la entrada del recinto se levantó un extenso porche tetrástilo con vano central de medio punto que alberga en un hueco menor dos pesadas hojas de madera tachonadas en bronce. La obra, fechada en 1571 por el arquitecto jerezano Andrés de Ribera responde a los más puros cánones del clasicismo andaluz. Concebido como un enorme arco triunfal, está sobriamente compuesto y decorado con escudos, florones, ventanas caladas y semiesferas de cerámica vidriada, configurando un soberbio ejemplo de arquitectura renacentista. Su impulso se debe a don Álvaro Oberto de Valeto, caballero jerezano de ascendencia genovesa instalado en la ciudad como defensor de la plaza recién reconquistada a los musulmanes por el rey Alfonso X el Sabio en el año 1264, quien, al no tener descendencia destina sus recursos al establecimiento en la localidad de la Orden cartujana. Hoy día son las Monjas de Belén, de la Asunción de la Virgen, y de San Bruno las que continúan la fecunda tarea espiritual y temporal que durante más de cinco siglos han llevado a cabo los padres cartujos, asegurando que los muros de Santa María de la Defensión prosigan siendo remanso de paz mediante la alabanza y la contemplación divinas. La mayor parte de los que visitan este rincón se conforman con el patio o su imponente doble portada, ya que al ser un convento de monjas de clausura la puerta de la iglesia cartujana siempre está cerrada.
La Cartuja de Santa María de la Defensión, declarada Bien de Interés Cultural, está ubicada a cuatro km de la ciudad de Jerez de la Frontera. Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XV, instante en que el caballero Álvaro Obertos de Valeto destina su patrimonio al establecimiento en la ciudad de la Orden Cartujana. En un primer instante los monjes ocuparon una ermita ya que existe, hasta el momento en que a fines de siglo comenzaron las obras para la construcción del Monasterio, destinado a Santa María de la Defensión por su tarea y ayuda en la defensa del cristianismo. Al mismo tiempo, por el carácter eremita de los monjes y la necesidad de soledad del cartujo se necesitan celdas recluidas, con un pequeño huerto para trabajo y esparcimiento del eremita, que no sale jamás de ella fuera de los casos establecidos para ir a la Iglesia.
Cartuja De Jerez De La Frontera (jerez De La Frontera)
La Cartuja de Jerez, levantada por iniciativa del caballero Álvaro Obertos de Valeto en la segunda mitad del siglo XV es, probablemente, el edificio espiritual de mayor valor a nivel artístico de la provincia de Cádiz. Son de enorme interés su pórtico grecorromano gracias a Andrés de Ribera, tal como la capilla de Santa María de la Defensión, titular del convento, el pequeño claustro gótico, el patio de los Arrayanes y los cuadros de Roelas que decoran el altar mayor de la iglesia. La Cartuja de Jerez, (La Cartuja de Santa María de la Defensión) fue levantada por idea del caballero Álvaro Obertos de Valeto en la segunda mitad del siglo XV es, posiblemente, el edificio religioso de mayor valor a nivel artístico de la provincia de Cádiz. Son de gran interés su portada renacentista, obra de Andrés de Ribera, así como la Capilla de Santa María. A destacar la sillería del coro y el retablo mayor, realizado por José de Arce, y el pequeño claustro (patio cuadrangular con una galería porticada) gótico, proyectado por Martínez Montañés. En el Museo de Cádiz se conservan numerosos cuadros de Zurbarán que pertenecieron a esta cartuja.
También, el este del patio conecta con la cocina y el refectorio, al tiempo que al sur se adosa el Patio de los Jazmines, donde se encuentran la biblioteca y la celda del prior. Esta última, datada en el siglo XVII y de mayores des que las del resto de hermanos. Desde ese momento y hasta la exclaustración de las órdenes monásticas en 1835, tuvo la Cartuja una gran hacienda procedente en gran parte de donaciones que los cartujos supieron explotar, hasta el punto de crear importantes ganaderías de reses bravas y caballar cuya popularidad se alarga hasta nuestros días. Proclamado el monasterio de Nuestra Señora de la Defensión Monumento Nacional en 1856 y considerado como el más esencial de la provincia, está ubicado a 5 km del casco urbano en una colina en el margen derecho, aguas abajo, del histórico río Guadalete. Pero aparte de por su valor artístico, la cartuja pasó a la historia por ser la cuna del caballo cartujano.
El monasterio fue fundado en 1476 por don Álvaro Overtos, caballero jerezano descendiente de una noble familia genovesa. En el año 1835 esta cartuja andaluza fue expropiada por el Estado, con lo cual fue dejada por los frailes. La Orden de San Bruno la recobró en el año 1948 y una vez restaurada materialmente la ocupo una nueva comunidad de cartujos.
Es por este motivo que se exija otro claustro sólo y exclusivo para albergar esas casas solitarias cartujanas. Con el correr del tiempo a estos 2 claustros se les sumó un tercero, el de los Hermanos, requerido por exactamente el mismo fundamento. Anexas a la Salón Capitular se accede a dos oratorios o pequeñas capillas gemelas dedicadas a San Bruno y a San Juan Bautista.
Este monasterio se considera como el monumento religioso más importante de la provincia de Cádiz. En 1948, por idea de varios jerezanos, vuelven a su viejo monasterio que restauran, visten y hacen habitable. Restaurado y vuelto a su función y uso original, en la actualidad se encuentra en buen estado de conservación, hoy es Bien de Interés Cultural y parece ser proclamado Monumento Nacional en el año 1856, cuando entonces no serían ni una docena los edificios que habían alcanzado ese rango hasta esa fecha en todo el país.
Cartuja De Santa María De La Defensión
La organización espacial del recinto está destinada a suplir las necesidades de la vida monástica, con la coherente división de espacios entre progenitores y legos. De este modo, grosso modo, se compone por un magnífico pórtico de entrada, capilla del siglo XVIII, iglesia, varios patios, claustros, sala capitular, refectorio…, además de otras estancias anejas necesarias para el sustento económico de los religiosos, como la bodega, los guardes o las cuadras. Aparte de la iglesia, se puede destacar el claustrillo anexo al templo, obra efectuada en el siglo XVI con esbeltos arcos y calados contrafuertes. Otra de las construcciones a resaltar es el gran claustro, construcción caracterizada por su severidad y austeridad, de planta cuadrangular y galerías cubiertas por bóvedas de crucería. Se puede destacar la iglesia que fue terminada en el 1552, es un edificio de planta longitudinal con solo una nave y capilla del sagrario, que se cubre con magníficas bóvedas de crucería estrellada.
Hablamos de una fachada de piedra con composición de retablo, habitual del barroco andaluz, caracterizada por producir una ilusión de movimiento ascensional. A continuación se encuentra el coro reservado a los progenitores, donde encontramos entre las sillerías más atrayentes del renacimiento español, datada entre 1547 y 1552, y compuesta por un total de cuarenta y dos sitiales sobre una base de caliza labrada con grutescos y escudos del fundador. Una vez se atraviesa la portada principal, se accede al Atrio del Rosario, espacio que presta ingreso a la Capilla de los Caminantes, construida en la época del siglo XVIII para festejar la Eucaristía los días festivos, y compuesta de una sola nave con atrio de arcos de medio punto. Y justo a la izquierda de dicha Capilla, está el Patio de la Hospedería, efectuado en ladrillo y donde resalta una escultura de San Bruno realizada por Pedro Laboria en 1761. Declarada Monumento Histórico-Artístico, la Cartuja de Santa María de la Defensión de Jerez de la Frontera es posiblemente el edificio espiritual de mayor valor artístico de la provincia de Cádiz.
Como exigencia de los elementos cenobitas de sus moradores observamos en su grupo el “exigido” claustro monástico . Es el corazón de la Cartuja, alrededor del cual están la Iglesia, sala capitular, refectorio y capillas. A día de hoy son las Monjas de Belén, de la Asunción de la Virgen y de San Bruno las que continúan la tarea espiritual y temporal que a lo largo de mucho más de cinco siglos han realizado los progenitores cartujos.
Una estancia también de estilo gótico que luce por su profusa decoración compuesta por cerámicas sevillanas del XVII, yeserías barrocas de los siglos XVII y XVIII, tal como por la existencia de un retablo barroco encabezado por la Virgen de la Compasión, realizado por José Estévez Bonet en 1793. A los dos lados del presbiterio resaltan sendas portadas adinteladas, efectuadas en 1743, y coronadas por un frontón sobre el que se colocan esculturas de piedra doradas que representan la oración, la lectura y la meditación. Por su parte, justo en la cabecera se encuentra el retablo mayor, efectuado por Juan de Oviedo y de la Bandera entre 1619 y 1629, y cuya imagen primordial es la Virgen de la Defensión, Patrona del Monasterio.